que se piensa eran responsables por el contrabando de más de 18 toneladas de cocaína y 168 de hachís a través del Estrecho de Gibraltar hacia España para distribución en Europa.
Las drogas estaban ocultas en embarques de tomates, sandías y melones. La agencia dijo que la pandilla sobornaba a los policías y agentes de aduanas arrestados para que las drogas no fuesen interceptadas a su arribo a España.
La operación fue el resultado de 18 meses de investigaciones por las fuerzas españolas en colaboración con el grupo de delito económico y financiero de Europol, que envió dos equipos a España el 11 de mayo.
No se difundieron los detalles de cuándo ocurrieron los arrestos o la identidad de los detenidos.
En más de 34 redadas, la policía confiscó propiedades, vehículos, efectivo y casi 93 toneladas de hachís y 10 toneladas de cocaína.
La agencia estima que más de 60% de los grupos criminales en la UE dependen de funcionarios corruptos para facilitar sus actividades.