y creó variaciones infinitas con ellas.
Fue gracias a sus diseños de flores bellamente bordadas.
Pétalos brillantes, en un impresionante tono fucsia, parecían envolver la enorme falda que abrió el desfile y recordaba a un caleidoscopio de mariposas.
Enormes peonias rosadas colgaban del cuello y el vientre de una modelo a juego con un vestido sin mangas en seda rosada con una cauda que remitía a los años 70.
Una capa en rosa evocaba a una princesa de cuento de hada, un terreno que el diseñador ha explorado en el pasado con considerable frecuencia.
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Los organizadores, argumentando restricciones por la pandemia no dieron acceso a los fotógrafos de AP al desfile de Valentino.