Las urnas cerraron el domingo en una competida elección regional en Italia, en la que el líder opositor de derecha Matteo Salvini espera poner fin a 70 años de gobiernos de izquierda y cimbrar a la frágil coalición en Roma.
Las encuestas de salida transmitidas por la televisora estatal RAI le daban ventaja al candidato centroizquierdista Stefano Bonaccini en la región norteña de Emilia-Romagna, con una preferencia de entre el 47 y el 51% de los votos. En tanto, el candidato del partido de Salvini, Liga Norte, tenía entre el 44 y 48% de los sufragios. La participación en la región fue mucho mayor que en los comicios previos.
Los analistas consideran que una victoria de la Liga en Emilia-Romagna provocaría una crisis en Roma, donde el Movimiento 5 Estrellas forma parte de una frágil coalición con el Partido Democrático. El gobierno se formó a mediados del año pasado después de que Salvini, quien era vice primer ministro y ministro del Interior, fracasó en su intento de obtener el poder, lo que derivó en el derrumbe del gobierno anterior de la Liga-Cinco Estrellas y él perdió sus cargos.
Salvini, quien según las encuestas de opinión sigue siendo el político más popular en Italia a pesar de ese tropiezo, ha dejado en claro que su objetivo es desestabilizar al gobierno nacional en Roma y asumir el poder a nivel nacional.
El premier italiano Giuseppe Conte ha declarado que su gobierno está decidido a completar su mandato hasta 2023, sin importar el resultado de la votación del domingo.