Monica Lewinsky, la becaria más famosa de la Casa Blanca, ha roto un silencio de años para escribir un artículo en la revistaVanity Fairsobre la aventura sexual que tuvo en 1995 con el entonces presidente de Estados Unidos, Bill Clinton,que casi le cuesta la presidencia.
El abuso vino después, cuando me hicieron chivo expiatorioAhora Lewinsky tiene 40 años. Tiene un posgrado en psicología social y afirma en el artículo que la aventura amorosa con el presidente fue "consentida".
"Seguramente mi jefe tenía ventaja, pero siempre seré firme en este punto: fue una relación consentida", señala Lewinsky. "Cualquier abuso vino después, cuando me hicieron el chivo expiatorio para proteger su poderoso puesto".
Tras revelarse el escándalo, Clinton fue sometido a un proceso acusatorio por la Cámara de Representantes, dominada entonces por los republicanos. Posteriormente fue absuelto por el Senado, pero durante varios meses se valoró la posibilidad de que renunciara a la presidencia.
"El hora de quemar la boina y enterrar el vestido azul", escribe como referencia a las pruebas que había de su encuentro sexual. El vestido tenía manchas de semen, presuntamente del presidente.
"Quemar el vestido"
En el artículo, Lewinsky muestra cierto arrepentimiento. "Lamento profundamente lo que pasó entre el presidente Clinton y yo. Déjenme decirlo de nuevo: Yo. Profundamente. Lamento. Lo que pasó".
Lamento profundamente lo que pasó entre el presidente Clinton y yoLa exbecaria afirma que ha rechazado ofertas de trabajo que le hubieran reportado "más de diez millones de dólares".
Sobre la razón por la que ahora rompe el silencio, Lewinsky afirma que se vió impresionada por el suicidio en 2010 de Tyler Clementi, una estudiante de la Universidad Rutgers cuyo encuentro íntimo con un hombre fue grabado y difunduido. Su humillación y muerte le hicieron ver su propio "sufrimiento" de una forma diferente.
"Tal vez si comparto mi historia pueda ayudar a otros en los momentos más oscuros de su humillación", escribe Lewinsky.